Quien no se sienta inspirado por la noche, que tire la primera piedra.

29 de abril de 2010 - Por: Irene Karenina en 23:45



"A mi me gusta el cielo de la sabana porque se ven las estrellas"
Esa frase la escuché de una muchacha que iba caminando, se la dijo a un chico que andaba con ella. Bastante andrajosa, de aspecto descuidado pero colorido (dentro de lo que se puede, la ropa estaba sucia). Un andar relajado pero al compás de todos los que íbamos entrando a la universidad en ese momento.
La frase caló en mi de una manera muy profunda, me hizo caer en cuenta de cuánto tiempo tenía sin ver el cielo, las estrellas, la luna, que antes eran tan fundamentales para mí.
Antes de cambiar de vida, entorno, casa, cama, hasta de dieta, salía a pasear el perro por las noches y contemplaba el cielo hasta el punto de tropezarme varias veces. El frío de la noche, la brisa que acaricia y ver el cielo así, tan lejano, despejado y adornado por el montón de estrellas (a veces pocas, pero se agradece su presencia). ¡LA LUNA! ¡Cómo amo la luna! Me ha servido de inspiración infinidades de veces, me da como una paz, me hace andar sola con mis pensamientos, con mi imaginación. Muchas veces cuando caminaba sentía a alguien caminar conmigo (bueno, en realidad SIEMPRE siento que alguien me observa, pero ese es otro cuento :S). O bueno, si había alguien caminando conmigo: Máximo Peluche, mi perro adorado amado que extraño horriblemente (vive con mis papás). Mi peludo amigo camina tranquilo y moviendo su cola con un 'tumbao' que me da mucha risa. Así, tan despreocupado e ignorante de la belleza del cielo. Rayos.
Me hace MUCHA falta ver el cielo. En la ciudad la noche no es negra y pura como en el pueblo donde vivía o en la sabana, el campo. En la ciudad la noche es como anaranjada, roja, rosada, morada, depende del color de la contaminación ese día. ¿Y cuando había Calina? Peor aún, nada se veía. El patio de mi residencia es pequeñito, tampoco puedo correr mucho a ver desde que punto logro contemplar la luna. Vivo en Planta Baja, tampoco.
Admito que a mí también me gusta el cielo de la sabana. Quien esté viendo las estrellas y la luna en este momento considérese afortunado. Ni en la más lujosa de las tiendas conseguirá una lámpara que alumbre con un brillo tan inspirador como ese. 
PD: No todo está perdido, pueden verla por Stellarium.