Todo es eventual.

16 de agosto de 2010 - Por: Irene Karenina en 19:28
Hace poco iba en el carro con mami y me comentó que este mes y el siguiente cumplían 1 año (de muertos) dos señores muy queridos por mi familia. Uno de ellos, mi bisabuelo, amor de mi bisabuela, con la cual se casó a los 84 años. Un viejito extremadamente amoroso y siempre sonriente. El otro señor era profesor del instituto donde trabajaba mami, colega que rápidamente se convirtió en nuestro abuelito, el "viejito bello" de mi mami y parte de la familia.
Hablo de esto porque justo en el carro noté que aún no me acostumbro a la muerte de ellos. Gracias a Dios sólo me ha tocado vivir la muerte de mi abuelo (valga la contradicción, ustedes entienden) fue cuando era muy pequeña y no entendía que pasaba. Tengo recuerdos poco claros de ese momento y asimilé su muerte. Pero con estos 2 viejitos es diferente.
Cuando hablaba con mi bisabuela, varias veces estuve a punto de meter la pata preguntándole por el abuelo Celestino (así se llamaba mi bisabuelo), y si pienso en Francia enseguida pienso en él, todavía presente. Recuerdo claramente su voz y lo que le gustaba: a las arepas les decía "vespas", detestaba las dietas que le mandaba el doctor, veía televisión en catalán y era excelente jugador de dominó.
El profe Estelio, otro viejito que se convirtió en nuestra familia, murió de un infarto repentino en plena calle. No lloré en su funeral. Me fui a la casa molesta y sin caer en cuenta totalmente de todo lo que sucedía. Andaba preocupada por mi mamá y lo afectada que se encontraba. Dormí molesta, porque sabía que Dios se había llevado a alguien que no merecía morir.
En realidad solo me llené de rabia. Rabia porque infartos similares se llevan a mucha gente diariamente. Porque un infarto se llevó al papá de una chica de mi colegio, también al papá de una amiga, al papá de otra chica de mi colegio, a la directora, a taaaanta gente y a mi me tocó sufrir porque un infarto se llevó a mi viejito. Terminé mi semestre y no pude decirle orgullosa que pasé todas las materias, que mi hermanita ya está en sexto grado, que me encanta que huela tan rico y darle un abrazote fuerte como el que solía darme.
Así como los infartos, los accidentes de tránsito y cualquier tipo de accidentes terminan llevándose a mucha gente cuando menos lo esperas. Y así, al final la vida termina siendo algo efímero y fugaz, frágil, que como viene se va y te quedas mirando con impotencia e incredulidad cuando ves entrar en un hueco un ataúd con un ser querido, y no vuelves a verlo.
Sientes rabia, tristeza y nostalgia al no poder levantar el teléfono y contarle lo que pasa por tu cabeza. Es ahí cuando se te olvida que hasta un rato creías en el cielo como "un lugar mejor".
Justo ese día que hablaba con mi mamá, vi en la noche una película sobre un hombre que muere y va al cielo, dejando sola a su mujer, la cual luego se suicida y por lo tanto no puede ir al mismo sitio que él.
¿Existe un cielo? Un lugar colorido donde no hay dolor ni preocupaciones... ¿Existe? Deberíamos alegrarnos por saber que nuestros seres queridos están allá, eso dicen. Es complicado. No sabemos si es cierto, o son solo cenizas. Todo es psicológico. Preferimos creer en el mas allá para vivir con la esperanza de un futuro encuentro, para vivir en honor a un recuerdo o usar la frase "A fulanito le hubiese gustado tal cosa". No sabemos. Por mi parte, desde pequeña cuando le buscaba forma a las nubes solo veía caras de viejitos y las demás tenían forma de perritos. Eso me llevaba a pensar que las nubes podían ser reflejo de las personas que morían, iban al cielo y se manifestaban como nubes, para que no nos olvidáramos de ellos. Claro, es la teoría de una niña de 5 años que se acababa de enterar que su abuelo ya no estaba.
En todo caso, siempre he sido partidaria de que la gente viva de la manera más feliz que pueda, siempre y cuando no afecte negativamente a los demás. Entonces, si la teoría del cielo y el infierno funciona para evitar depresiones, sigamos creyendo en ella.  Lo mismo digo de la reencarnación y cualquier cantidad de teorías más.
Dondequiera que estén, estoy convencida de que mi abuelo Jaime (elde la foto) ,mi abuelo Celestino y el profe Estelio me están cuidando a mí a los míos. Espero que estén orgullosos de mi. Y si el cielo existe, y están allá, espero que se encuentren y sean panas, porque son 3 personas excelentes.

LOS AMO. (A ellos, a ustedes lectores, a todos).

Irene Karenina (:

PD: Cuando vi la película estuve reflexionando, un querido amigo de Twitter logró devolverme la sonrisa con estas frases, espero que les sirvan de algo a ustedes también:
(Gracias @Jesuscolme7 (: de pana GRACIAS. Un abrazote.)
"Ellos siempre estarán con nosotros, pero hay que seguir adelante cariño... Eso es lo primero que ellos hubiesen deseado no lo crees?"
"Ellos solo hubiesen deseado que nosotros siguiéramos luchando por nuestras cosas, viéndolos a ellos como ejemplos a seguir... No crees que eso los alegraría? Yo estoy seguro que si."
"Pero es aprendizaje cariño, tenemos que tomar ese tipo de situaciones con otra actitud... En honor a ellos, y a su vez pensar que queda un futuro enorme por delante!"
"A eso me refiero! Aunque no los veamos, ellos siempre estarán allí, apoyándonos en las buenas y en las malas!"

Buenas noches, y Feliz Amanecer mis queridos Trasnochados (: